El 8 de febrero de 1967 se fundó la revista cubana Pensamiento Crítico. 

Hoy se cumplen 57 años de aquel proyecto impulsado por un grupo de jóvenes intelectuales cubanos, la mayoría de ellos profesores de filosofía, bajo la conducción de con Fernando Martínez Heredia.

Desde el ICIC Juan Marinello compartimos las siguientes reflexiones a propósito de la fecha: 

La revista Pensamiento Crítico, al calor de combates y debates previos por
poner las ideas y el pensamiento social a la altura del cambio revolucionario que alteraba todos los órdenes en Cuba, llevó a sus páginas a sacerdotes, guerrilleros, dirigentes políticos, militantes que pensaban – por ser militantes, no a pesar de serlo – las luchas en que les iba la vida, intelectuales profesionales y a los propios jóvenes que hacían la revista.

Desde sus páginas se abordó la natural diversidad que tipifica la liberación social y humana – de cada persona – de todas las dominaciones; los problemas concretos de procesos que han pretendido toda la justicia y la redistribución del poder y la propiedad – en Cuba, América Latina y el llamado "Tercer Mundo"; los reveses; las tendencias políticas; las ideologías y el conocimiento social.

Con una tirada de 15,000 ejemplares cada mes, la revista pasó, en muy corto tiempo, de un interés general por la divulgación y circulación del pensamiento, a la elaboración conceptual propia para terciar en la pugna ideológica cubana sobre la asunción del marxismo, la naturaleza múltiple y contradictoria de este – en lo político y lo epistemológico – y las opciones a dirimir en su campo para profundizar y conducir la transición socialista hacia el comunismo.

Y, desde luego, Pensamiento Crítico no pasó desapercibida. Su originalidad obedeció a una necesidad histórica del espíritu revolucionario. Sin ser regentada desde un Ministerio u oficina partidista, respondía de modo orgánico a la herejía socialista cubana de los 60. Herejía frente al marxismo secuestrado como ideología de Estado por la Unión Soviética y herejía frente a la tradición liberal y reformista criolla.

Tras la oclusión de planes de desarrollo nacional que fortalecieran la posición y capacidad negociadora de Cuba dentro del polo socialista, el fracaso relativo de la estrategia de internacionalización de la revolución en América Latina y la acción de sus adversarios internos, la revista fue cerrada en 1971. Con su cierre se truncó el desarrollo de la que apuntaba a ser una Escuela Cubana de Pensamiento en revolución.

Sin embargo, el legado de aquellos jóvenes rebeldes: Aurelio Alonso, José Bell Lara, Jesús Díaz, Ricardo Jorge Machado,  Mireya Crespo, Elena Díaz, Marta Núñez, Germán Sánchez, Delia Luisa López, Marta Pérez Rolo, Marta Blaquier, entre otros, liderados por Fernando Martínez Heredia, está en la base de las luchas de hoy contra el retorno del capitalismo en Cuba. En medio de esa tremenda batalla, ellos nos exigen que fundemos nuestros instrumentos, que la inspiración no devenga mimetismo y que no se ajuste el pensamiento a sus condiciones de producción materiales. 

El único homenaje digno de aquella experiencia intelectual y política es no rendirnos a la naturalización de la desigualdad y la injusticia que pretende asentarse hoy en las conciencias. El socialismo es una empresa irrenunciable y difícil. La única garantía para el acceso a la felicidad y la belleza.